Esta es una ocasión donde el pueblo hondureño cansado del incremento de los índices de pobreza, de corrupción e impunidad, da su voto no por un partido, color, experiencia o capacidad, da un voto de Fe.
Ahora nos queda esperar los resultados de quienes serán las nuevas autoridades del país que sin lugar a dudas enfrentarán grandes retos, el principal que es recobrar el equilibrio de todo el sistema socio-político, unir a un pueblo dividido y mantener o ganar la confianza de la ciudadanía que se ha sumido en la desesperanza, la violencia en todos los sentidos, la migración forzada, pero que también ha demostrado que aun creen en los procesos democráticos justos y transparentes, donde gobierne sobre todo la voluntad del pueblo.
Quien triunfe en este proceso electoral, recibirá a un país con una deuda externa de mas de 10 mil millones de dólares, con un índice de pobreza del 75% y los más altos índices de desigualdad, migración y deportación, por lo que no bastará ser diferente o ser honesto, sino también tener la capacidad de dirigir y demostrar, mas que con críticas, que puede cambiar el rumbo de un país ahogado con una economía afectada también por la crisis de salud y los fenómenos naturales, entre otros.
Por lo que espera que el o la candidata que quede por elección popular, esté a la altura de su posición, que defienda los intereses y el patrimonio del país, la democracia ciudadana, la paz social, el respeto por los derechos humanos y la libertad de expresión.
En el caso particular tener una mujer en la presidencia, quien sería la primer mujer presidente del país, supone un progreso para las mujeres; el liderazgo femenino es fundamental para el desarrollo económico, político, educativo y sobre todo de paz y justicia, ya que el empoderamiento femenino es clave para trabajar contra y en la prevención de la violencia en sus diferentes tipos.
A la vez, juega un papel clave en la transformación de la sociedad hondureña, impulsando la igualdad de género y mejores oportunidades para los jóvenes, quienes en este proceso han acudido masivamente a dar su voto.
Por lo que, como mujeres, esperaríamos un reto por el hecho de ser mujer, pero también un gobierno con mayores oportunidades que enfoque su esfuerzo también en reducir la brecha de desigualdad de oportunidades para todos que se vive actualmente.